La Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia (ESAD) es una institución histórica dedicada a la formación artística, cuya trayectoria se remonta a más de un siglo. Su origen se sitúa en 1918, cuando los estudios de arte dramático se integraron en el Conservatorio Provincial de Música y Declamación, vinculado al Real Conservatorio de Madrid. Aquella primera semilla, impulsada por figuras como el poeta Jara Carrillo y el maestro Dionisio Sierra, formó a estudiantes que más tarde serían referentes del teatro español, como Alejandro Casona.

Con los años, el proyecto fue creciendo y consolidándose. En 1931, pasó a ser Centro Oficial del Estado, y en 1972 recibió la categoría de Conservatorio Superior. Una fecha clave en su historia es 1982, cuando la escuela adquiere identidad propia como Escuela Superior de Arte Dramático y Danza, instalándose en el histórico Seminario Conciliar de San Fulgencio, un edificio del siglo XVIII rehabilitado en 1997 y dotado con un teatro de más de quinientas localidades y aulas especialmente diseñadas para la enseñanza escénica. Desde 1993, y tras la separación de Danza, la ESAD se consolida como el principal centro de formación dramática de la Región de Murcia.

Hoy, la escuela mantiene viva una misión clara: la formación integral de creadores escénicos —actores y actrices, directores y directoras, dramaturgos, investigadores y docentes— acompañándolos en un proceso que abarca desde su llegada al centro hasta su inserción laboral. La ESAD defiende una pedagogía basada en la singularidad del estudiante, en el respeto a su identidad artística y en la convicción de que cada creador necesita un espacio emocional seguro para explorar, arriesgar y descubrir su voz propia.

Su visión pasa por ser un referente nacional en la enseñanza de las artes escénicas, apostando por la excelencia, la innovación y la investigación sin renunciar a la tradición teatral que forma parte de su legado. La escuela busca responder a las demandas de un alumnado exigente, consciente de la complejidad del mundo profesional, y lo hace a través de metodologías basadas en principios psicológicos, pedagógicos y comunicativos que favorecen el aprendizaje profundo y la autonomía creativa.

Los valores que sustentan el día a día de la ESAD —el respeto, la honestidad, la tolerancia, el espíritu crítico, la libertad artística y el trabajo en equipo— definen su identidad y su forma de entender la formación escénica. Para la escuela, educar significa también transmitir responsabilidad social, conciencia democrática y compromiso cultural: principios necesarios para que los futuros artistas comprendan el papel transformador del teatro en una sociedad cambiante.

Desde julio de 2022, el equipo directivo formado por María Dolores Galindo (directora), Raquel Jiménez (secretaria), Mercedes Carrillo y Pablo Martínez (jefes de estudios) y Jorge Fullana (vicedirector), lidera un proyecto educativo que combina tradición, vocación pedagógica y voluntad de mejora continua. Conscientes del desafío que supone dirigir una institución artística, trabajan cada día para que la ESAD de Murcia sea un lugar donde el alumnado encuentre inspiración, exigencia, acompañamiento y un hogar creativo que recordar durante toda su vida profesional.